Un verano caliente que se repite
Tras las masivas manifestaciones del año pasado, donde ciudadanos rociaron con agua a turistas y pintaron consignas contra el turismo en puntos emblemáticos, la tensión vuelve a crecer. España recibió más de 90 millones de visitantes en 2024, y las proyecciones indican que la cifra podría superar los 115 millones para 2040, según datos de Braintrust.
Con Semana Santa a la vuelta de la esquina, los residentes de destinos como Barcelona, Tenerife y Madrid se preparan para nuevas movilizaciones. Denuncian que las medidas gubernamentales son insuficientes para frenar problemas como la escasez de vivienda, el encarecimiento de la vida y la saturación de servicios públicos.
¿Por qué protestan los españoles?
- Crisis de vivienda: El auge del alquiler turístico ha desplazado a residentes, obligando a algunos a vivir en coches o incluso cuevas, como denunciaron en Tenerife.
- Gentrificación acelerada: Barrios enteros cambian su esencia para adaptarse al turismo, encareciendo el costo de vida local.
- Impacto ambiental: La masificación turística presiona recursos naturales, especialmente en zonas como las Islas Canarias.
«No estamos contra los turistas, sino contra un modelo que nos expulsa de nuestros barrios», explica Iván Cerdeña, activista canario.
Respuestas políticas (y sus límites)
Algunas ciudades han tomado medidas, como Barcelona, que eliminará las licencias de pisos turísticos para 2028. El Gobierno también planea un impuesto del 100% para compras de vivienda por parte de no residentes en la UE.
Sin embargo, los colectivos sociales consideran estas acciones «tardías y poco efectivas». El 5 de abril, una protesta nacional bajo el lema «Acabemos con el negocio de la vivienda» buscará presionar por cambios más profundos.
Canarias: epicentro de la lucha
El archipiélago, donde el 33,8% de la población está en riesgo de pobreza, vive una paradoja: es una potencia turística, pero sus trabajadores no pueden pagar un alquiler. Los sindicatos CCOO y UGT exigen subidas salariales del 7,75% para empleados de hostelería, sector clave en las islas.
Mientras, grupos activistas han vandalizado coches de alquiler en Tenerife y amenazan con llevar sus protestas a aeropuertos.
El turismo en la mira europea
La lucha trasciende España: en mayo, colectivos de Portugal, Italia y Francia se reunirán en Barcelona para coordinar estrategias contra el turismo insostenible. En Baleares, el movimiento «Menys Turisme, Més Vida» promete intensificar sus acciones este verano.
¿Qué viene? Con Semana Santa como prueba de fuego, el conflicto entre economía turística y derechos sociales parece lejos de resolverse. Mientras, muchos españoles claman: «No queremos ser un parque temático».