Bali intensifica medidas contra turistas irrespetuosos: Multas y consecuencias legales
Bali ha reforzado sus normativas para turistas con el objetivo de preservar su cultura y lugares sagrados. Las nuevas reglas, impulsadas por el gobernador I Wayan Koster, buscan garantizar un turismo sostenible y respetuoso con las tradiciones locales.
¿Qué conductas están prohibidas en Bali?
Las autoridades balinesas han establecido sanciones para quienes incumplan las siguientes normas:
- Vestimenta inapropiada: Se exige ropa modesta en templos, espacios públicos y ceremonias.
- Faltas de respeto: Insultos, altercados o groserías hacia locales u otros turistas pueden acarrear multas.
- Acceso restringido: Las mujeres en periodo menstrual no pueden ingresar a templos, y está prohibido entrar a zonas sagradas sin permiso.
- Uso de redes sociales: Compartir discursos de odio o desinformación está penalizado.
- Fotos inadecuadas: Está prohibido tomar imágenes irrespetuosas en lugares religiosos o subirse a monumentos sagrados.
- Contaminación ambiental: Se prohíbe tirar basura y usar plásticos de un solo uso.
Obligaciones para los visitantes
Los turistas deberán:
- Pagar la tasa turística de 150.000 IDR (9€).
- Utilizar guías y alojamientos autorizados.
- Cambiar divisas solo en establecimientos regulados.
- Respetar las leyes de tráfico y convivencia.
¿Por qué Bali aplica estas medidas?
El gobernador Koster destacó la necesidad de adaptar las regulaciones para mantener la armonía entre turismo y cultura. «Bali es una isla sagrada, y esperamos el mismo respeto que brindamos a nuestros visitantes», afirmó.
La normativa coincide con festividades clave como el Nyepi (Día del Silencio), donde todos, incluidos turistas, deben permanecer en interiores. Las autoridades vigilarán activamente su cumplimiento, aplicando multas o acciones legales en caso de infracciones.
Hacia un turismo más sostenible
Bali estudia implementar una tasa de desarrollo sostenible de 100 USD (95€), similar a la de Bután, para financiar proyectos ambientales y culturales. Estas iniciativas refuerzan el compromiso de la isla con un turismo responsable.
Conclusión: Bali sigue siendo un destino paradisíaco, pero exige a sus visitantes adaptarse a sus valores. Respetar sus tradiciones no solo evita sanciones, sino que contribuye a preservar su autenticidad.
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